LOS FUNDAMENTOS DEL ESTILO ESPALDA

Tomas Bisoñó (Clínicas de Natación)

El dorso o espalda es uno de los estilos más técnicos de la natación. Esto se debe a que, para lograr nadarlo eficiente y efectivamente, deben mantenerse varios aspectos del nado en perfecta sincronización. Aunque éste no es el estilo más eficiente entre los cuatro que comprenden la natación, sí es en el cual podemos mantener una posición más recta en el agua. Esto se debe a que el centro de flotación se encuentra más próximo a la superficie que en cualquiera de los demás estilos.

El dorso se nada empujando el agua con los brazos a los lados del cuerpo, limitando el rango de movimiento del nadador, haciendo imposible un jalón como el del estilo libre, limitando así la potencia de la brazada.

Posición de la cabeza
En dorso, la posición de la cabeza determina la posición del cuerpo. La cabeza descansa en el agua del tal manera que la línea del agua pase ligeramente por debajo de las orejas. La barbilla debe ir en una posición próxima a la parte superior del pecho (unos 5 centímetros). Los ojos deben ir fijados hacia arriba. Debes mantener la cabeza siempre quieta para que ayude acortar el agua como una quilla.

Posición del cuerpo
La posición del cuerpo es prácticamente horizontal, con las caderas y piernas separadas por una distancia igual a la que separa los hombros.

Rotación del cuerpo
La rotación del cuerpo abarca tanto los hombros como las caderas. Aunque no lo creas, los dorsistas pasamos una gran parte del nado sobre nuestros costados (a ángulos de entre 35 y 45 grados).

Existen dos ventajas notables atribuibles a una buena rotación:

#1. El cuerpo corta el agua con mucho menos resistencia. Los músculos del tronco pueden ser incorporados más fácilmente durante la fase del jalón para tener una mayor propulsión.

#2. El primer movimiento de empuje es mucho más efectivo con una buena rotación del cuerpo.

Entrada de la mano
En dorso, la mano entra al agua primero con el meñique quebrando la superficie. Debes mantener la mano perfectamente alineada con el hombro para poder colocar el brazo en posición de palanca para el inicio del jalón. El brazo debe mantenerse completamente extendido y la palma de la mano que entra, apuntando en dirección opuesta al cuerpo.

Aunque no hablaremos hoy de la fase sumergida de la brazada, es importante recalcar que si la entrada de la mano no se produce correctamente, su preparación para la fase del jalón será deficiente. Esto podría causar un desbalance en el estilo, un debilitamiento del hombro y, por lo tanto, lesiones.

Artículo publicado en clinicasdenatación.com.rd